lunes, 3 de mayo de 2010

Competencias de Gestión Humana necesarias en la nueva economía

Hoy en día las organizaciones están expuestas a constantes cambios y retos, los cuales requieren que todos sus miembros estén en capacidad de asimilarlos con éxito. Algunos de estos cambios se refieren a la existencia de un marco regulatorio muy complejo, a la presencia cada vez mayor de ambientes de trabajo virtuales, a la existencia de diferentes generaciones en la misma organización y a cambios vertiginosos en tecnología. Todo esto lleva a la gerencia de Talento Humano a enfocarse aún más en el corazón del negocio, por encima de los procesos y productos propios de su función.

En este contexto, es necesario que los profesionales de Gestión Humana desarrollen las siguientes competencias para contribuir al logro de los objetivos del negocio y añadir valor a la organización:

· Gerencia de Talento: generar enfoques consistentes a través de la organización para emplear, evaluar, desarrollar y retener el talento clave. Su impacto se evidencia en que hay una propuesta de valor específica para nuestros colaboradores con mayor énfasis en valorar y recompensar el talento clave.

· Influencia Estratégica: capacidad de colaborar con otros para generar compromiso y apoyo a las iniciativas de negocio que abarcan áreas críticas del mismo.

· Consultoría interna y coaching: proveer asesoría, feedback y desarrollar los recursos para incrementar la efectividad de los individuos y los equipos. Potenciar esta competencia tiene impacto al generar mejores prácticas, poner más énfasis en los procesos medulares y alinear la estructura de la organización con la estrategia del negocio.

· Trabajo en equipos virtuales: generar e implantar estrategias para maximizar la colaboración entre equipos de trabajos remotos o distantes. Al desarrollar esta competencia contribuimos con la colaboración entre equipos multifuncionales, hacer un mejor uso de las redes de trabajo y desarrollar comunidades de conocimiento.

· Dominio de la tecnología: capacidad de identificar las necesidades de tecnología y sus posibles soluciones, para ofrecer fácil acceso a los servicios de gestión humana y así estimular el aprendizaje y la productividad personal.

· Resilencia: capacidad para desarrollarse positivamente a pesar de las dificultades y de identificar oportunidades de crecimiento en momentos de crisis. Al ser individuos resilentes nos convertimos en ejemplo a seguir por el resto de los miembros de la organización.

Si potenciamos estas competencias generaremos un cambio en la forma de entregar los servicios de Gestión Humana al resto de la organización, lo cual va a incidir también en la manera como las otras funciones del negocio se ejecutan; logrando convertirnos en colaborador vital para el éxito organizacional, aliado del negocio y líder de nuestro talento humano.

Marianella Terán

VITE Consultores, C.A.

www.viteconsultores.com